viernes, 19 de junio de 2009

En la muerte de Eva Perón



Hoy que entre paños funerarios llega
la noche al sol, la soledad al día,
y de rodillas la melancolía
toda mi patria en lágrimas anega;

mientras, rota su alma, el pueblo ruega
por quien fue la mitad de su alegría
y en túmulos de flores aún porfía
en negarla a la muerte dura y ciega;

¡Canta, corazón mío, sobre el llanto
y haz del quebranto sangre de mi pluma
tú que entre tantos la quisiste tanto;

cercena tu dolor, calla tu queja,
que ya la luna tramontó y hoy suma
su resplandor al sol con que nos deja!

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