sábado, 23 de agosto de 2008

Charly García - Fifteen forever



Nunca dejé de tener quince años. Cuando tuve que elegir, yo preferí ser libre. Está la idea de que uno tiene que ir a la secundaria y después a la facultad o a trabajar, lo que sea. En ese momento se acabaron los reyes magos, la calesita, la música, todo. Tenés que ponerte serio, pero yo no quise. No creo en la adultez, ni en eso de crecer. Yo me identifico mucho más con alguien de quince años que con una persona de mi edad. Para mí la gente de mi edad está muerta. No veo a nadie de cincuenta años que esté enamorado, que tenga ideales, sino todo lo contrario: están decidiendo la vida de otras personas. Cuando hace un par de añosa me hicieron un juicio por ir a buscar a mi novia al colegio y me metieron en la comisaría ¿sabés que me dijo el psicólogo de la policía? Que no me vestía de acuerdo a mi edad. Alguien me dijo que la creación sucede en la adolescencia y que después uno lo que hace es recordar esas cosas. Yo lo tomé muy seriamente. A los quince años, cuando estás en esa franja entre la fantasía y la realidad, la vida es maravillosa, uno piensa que nunca se va a morir y tiene tiempo para dedicarse al arte. Después parecería que uno se tiene que convertir en un operario un oficinista. Eso de crecer, cambiar y todo eso no es para mí. Una persona que puede mantener cuando es grande los mismo ideales que tenía cuando era chico es una persona con conciencia, tiene un dios adentro. Cuando mataste al pibe que fuiste a los quince años se acabó...

Charly García

Se lanzó una convocatoria para el próximo martes a las 21 que intenta respaldar a Charly en este momento crítico que atraviesa. La propuesta es para hacer sonar su música por todos lados. La invitación es para que una canción de García se escuche en todos los rincones de Buenos Aires....
La jornada consiste en que cada persona coloque uno de sus discos en el lugar en el que se encuentre –casa, trabajo, automóvil– y levante el volumen, para que la música de Charly se expanda por toda la ciudad.

martes, 19 de agosto de 2008

Qué me importa

Y qué me importa que alguien
me quiera pegar.
Estoy cansado de
tener que reverenciar
y que me digan qué es
lo que quiero mirar
y me hagan ver si llueve
y se me pongan atrás.

Estoy cansado...

de que me den detalles
para no redondear
y de pedir permiso
aunque no quiera pasar
es mi problema no
lo pienso adjudicar
aunque de todos modos
me podrían pagar,

es mi problema...

Y qué me importa...
lo que a vos también
estoy cansado...
y no me puedo ni ver
es mi problema...
que no lo quieras creer
y que no me queden ganas
de quererlo resolver

y qué me importa...

Y qué me importa que alguien
me quiera pegar.
Estoy cansado de
tener que reverenciar
y que me digan qué es
lo que quiero mirar
y me hagan ver si llueve
y se me pongan atrás.

Estoy cansado...

Y qué me importa...
lo que a vos también
estoy cansado...
y no me puedo ni ver
es mi problema...
que no lo quieras creer
y que no me queden ganas
de quererlo resolver

y qué me importa...
lo que a vos también
estoy cansado...
y no me puedo ni ver
es mi problema...
que no lo quieras creer
te la ponen, te la sacan
y la vuelven a esconder
y qué me importa...

miércoles, 13 de agosto de 2008

Premio "Osbaldo Soriano" a la poesía 2007

El arbustismo se enorgullese en comunicar que a Matías "Matute" Moscardi le han publicado su cuarta obra: "Historia Cínica", debido a que con ella ganó el Premio Osvaldo Soriano a la Poesía 2007, otorgado por la Municipalidad de Mar del Plata. El arbustismo le rinde sus más laureadas congratulaciones: ¡Ave Matu! ¡Lleno eres de gracia, pues al llegar tú al Parnaso poético marplatence, das al arbustismo un honroso espaldaraso! ¡Loado seas, oh gran Tarantino de la lírica!

martes, 12 de agosto de 2008

De "Historia clínica"

.
No, tus ojos no son el reflejo de lo que querés ser
cuando seas grande ¿O tu destino está con
los voceros teñidos de la muerte, con los fotógrafos pop
de las catástrofes cotidianas? No, Cortacuerda,
tus ojos, en última instancia, son una geografía roja
con un centro dilatado por la falta de luz.
Un lente definido con hambre pero sin resolución.
Claro: yo me doy cuenta, Catulo, que a veces
se me va la vista. Allá lejos. A donde caga
el Conde.
.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Semillas

Hace un tiempo volvía de un viaje que hice con mi familia cuando, aburrido, me detuve a ver el paisaje que exhibía lo que rodeaba la ruta. Note que era bastante desolador, campos verdes que parecían infinitos por donde se mire, todos cercados por grandes alambradas. Algo normal pensaran ustedes, no hay mucho que ver cuando uno se fija a sus costados en estos lugares, pero de repente algo llamo poderosamente mi atención:

El espacio que había entre el circuito asfaltico y los alambrados divisorios rondaba entre los 5 o 6 metros aproximadamente, el suelo era casi desértico (o por lo menos eso parecía) lleno de yuyos y malezas que crecían en el pedregullo, pero cada tanto, aparecía una planta de girasol que se mostraba brillante y particularmente hermosa con una flor que contrastaba claramente con su entorno.

Luego de un rato ya habiendo visto varios girasoles varados me pregunte: ¿Cómo puede surgir algo así en medio de la nada? No sé mucho de plantas pero de seguro algún cuidado requeriría para que floreciera, y más entre tanta fronda. También me pregunté cómo llega una semilla de girasol al lugar, viendo que las plantaciones que había no eran de la ya mencionada planta.

Intentando buscar una respuesta me quede mirando por la ventana un poco confundido, cuando mi papá me mira y dice lo siguiente:

“¿Viste los girasoles al borde de la ruta, Rodrigo?”

Yo, sorprendido por la pregunta, respondí:

“Sí, los vi, recién justo los vi” (Sin mencionarle en que eso estaba pensando)

Entonces me contó:

“Esa planta crece ahí porque los camiones que cruzan esta ruta transportan, entre otras cosas, semillas de girasol, y al llevar sus cúpulas llenas hasta el borde, cuando se sacude un poco la caja por un pozo o algo así, el cargamento se ve desbordado y algunos granos caen hacia el suelo. Luego casi por arte de magia nace lo que vemos ahora je”

Esta historia me dio aún más que pensar y no pude evitar comenzar a relacionar las cosas con lo que es parte de nuestra realidad, en verdad me fascina hacer eso.

Supongamos que el borde de la ruta es la República Argentina, que conduciendo el camión se hallan los dirigentes que vaciaron nuestro país tanto ideológica como políticamente, y que en vez de ser semillas lo que transportan es un cargamento lleno de ideas y sentimientos de personas. Cuanto se asemeja a lo que alguna vez les toco vivir a nuestro pueblo, cuanta gente llena de ideales fue arrebatada de nuestro suelo, cuanto que se perdió nuestra generación y las que vienen. Pero a pesar de este vaciamiento, no todo esta perdido, porque aunque muchos quieran hacernos creer que la juventud de hoy esta dormida o no piensa, se equivocan. De ese camión se escaparon semillas y se siguen escapando, y aunque las condiciones son desfavorables esas fuentes crecieron, a base de sacrificio demostraron que a pesar de lo árido del camino se puede echar raíces si se lucha por un ideal claro y sensato.